Ideas de Peso | Las desinflaciones y sus costos. ¿Qué nos dice la evidencia internacional?

Invitamos a leer la nueva nota de Ideas de Peso, el espacio en el que los economistas que trabajan en el BCRA comparten su opinión:

La decisión del gobierno de escoger un sendero de desinflación, con un tipo de cambio flexible y metas fiscales y de inflación como pilares de dicha estrategia, ha reavivado en el ámbito local un debate de larga historia en economía. La pregunta central gira en torno a la existencia de costos, tanto en materia de actividad como de empleo, generados por una desinflación. En un extremo, en una economía donde los salarios y los precios son totalmente flexibles (i.e. ausencia de rigideces nominales), una contracción monetaria no acarrearía costos significativos, dado que tanto salarios como precios se ajustarían inmediatamente a las nuevas condiciones, impidiendo así la existencia de costos reales. Por otro lado, con precios y salarios rígidos, una menor cantidad de dinero no sería suficiente para comprar la misma cantidad de bienes y servicios previos a la contracción, lo cual ocasionaría una reducción en el nivel de actividad y empleo. La literatura empírica presenta una evidencia mixta respecto del grado de rigidez de los precios, por lo que el debate acerca de qué tan costosa es una desinflación (y si efectivamente lo es) aún no ha sido saldado1. En esta entrada nos proponemos analizar la evidencia internacional para arrojar luz sobre el debate local. En particular, planteamos revisar una muestra amplia de países, tanto de economías emergentes como industrializadas, que han logrado reducir su tasa de inflación desde niveles moderados o altos, y analizar si han sufrido o no costos reales para conseguirlo.

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23 de abril de 2018

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